Que es el potencial de reposo y accion

Que es el potencial de reposo y accion

En el campo de la fisiología celular, especialmente en la conducción nerviosa, se habla con frecuencia del equilibrio eléctrico dentro de las neuronas. Este equilibrio es fundamental para que los mensajes del sistema nervioso puedan transmitirse de manera eficiente. Dos conceptos clave para entender este proceso son el potencial de reposo y el potencial de acción. A continuación, exploraremos en profundidad qué significa cada uno, cómo se generan y su importancia en el funcionamiento del cuerpo humano.

¿Qué es el potencial de reposo y acción?

El potencial de reposo es el estado eléctrico en el que se encuentra una neurona cuando no está activa, es decir, cuando no está transmitiendo señales. Este estado se mantiene gracias a la diferencia de concentración de iones entre el interior y el exterior de la célula. Los iones de sodio (Na⁺) tienden a estar más concentrados afuera, mientras que los iones de potasio (K⁺) son más abundantes dentro de la neurona. La membrana celular actúa como una barrera selectiva que permite el paso de algunos iones y bloquea otros, lo que genera una diferencia de carga eléctrica conocida como potencial de membrana.

Por otro lado, el potencial de acción es un rápido cambio en la polaridad de la membrana de la neurona, que ocurre cuando la célula recibe un estímulo suficientemente fuerte. Este proceso se inicia cuando los canales de sodio se abren, permitiendo que los iones Na⁺ entren rápidamente al interior de la neurona, lo que hace que la membrana se despolarice. Luego, los canales de potasio se abren y los iones K⁺ salen, lo que vuelve a polarizar la membrana, volviendo al estado de reposo.

Un dato interesante es que el potencial de acción fue descrito por primera vez por el fisiólogo británico Alan Hodgkin y el fisiólogo estadounidense Andrew Huxley en la década de 1950, utilizando el gusano de tierra *Loligo vulgaris* como modelo experimental. Sus investigaciones les valieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1963. Este descubrimiento sentó las bases para comprender cómo se transmiten las señales en el sistema nervioso.

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El equilibrio iónico y la base eléctrica de las células nerviosas

El equilibrio iónico es fundamental para mantener el potencial de reposo. Este equilibrio se logra gracias a la acción de proteínas transportadoras, como la bomba de sodio-potasio, que consume energía en forma de ATP para mover activamente los iones. Por cada molécula de ATP utilizada, la bomba expulsa tres iones de sodio (Na⁺) al exterior y transporta dos iones de potasio (K⁺) al interior de la célula. Este proceso no solo mantiene la diferencia de concentración, sino que también contribuye a la diferencia de carga eléctrica.

Además de la bomba de sodio-potasio, otros canales iónicos desempeñan un papel crucial. Los canales de potasio en reposo permiten que pequeñas cantidades de K⁺ salgan de la neurona, lo que mantiene el potencial de reposo negativo. La membrana en reposo tiene una carga interior negativa de alrededor de -70 milivoltios (mV), lo que se conoce como hiperpolarización. Este estado es esencial para que la neurona esté lista para recibir un estímulo y generar un potencial de acción.

El equilibrio iónico también está influenciado por otros iones, como el calcio (Ca²⁺) y el cloro (Cl⁻), aunque en menor medida. En condiciones normales, estos iones contribuyen al equilibrio iónico de manera secundaria. Sin embargo, en ciertas circunstancias, como durante la transmisión sináptica, el calcio juega un papel fundamental en la liberación de neurotransmisores.

Factores externos que afectan el potencial de reposo y acción

Factores como la temperatura, la concentración de iones en el entorno extracelular y ciertos medicamentos pueden alterar el potencial de reposo y acción. Por ejemplo, un aumento en la temperatura puede acelerar la actividad enzimática de la bomba de sodio-potasio, lo que puede influir en el equilibrio iónico. Por otro lado, una disminución en la concentración de sodio extracelular puede dificultar la generación de potenciales de acción, ya que hay menos iones disponibles para la despolarización.

También existen sustancias como el tetrodotoxina, presente en algunas especies de pescado, que bloquean los canales de sodio, impidiendo la entrada de Na⁺ y, por ende, la generación de potenciales de acción. Este tipo de toxinas es utilizado en investigación para estudiar el funcionamiento de los canales iónicos.

Ejemplos de cómo funciona el potencial de reposo y acción en la práctica

Un ejemplo claro del potencial de acción en acción es el reflejo del tendón de Aquiles. Cuando un médico golpea el tendón, los receptores sensoriales en la piel envían una señal a través de una neurona sensorial al sistema nervioso central. Allí, la señal se procesa y se envía una respuesta a través de una neurona motora que provoca la contracción del músculo, causando el reflejo. Este proceso ocurre en milisegundos y depende completamente del potencial de acción.

Otro ejemplo es el funcionamiento de los neurófitos de Merkel, que son terminales nerviosas especializadas en la piel que detectan presión y textura. Cuando estos receptores son estimulados, generan un potencial de acción que viaja a lo largo de la neurona hasta el cerebro, donde se interpreta como una sensación táctil.

También es útil entender el funcionamiento del potencial de acción en el corazón. Las células del nódulo sinusal generan potenciales de acción espontáneos que se transmiten a través del corazón, controlando el ritmo cardíaco. En enfermedades como la fibrilación auricular, el patrón de estos potenciales se altera, causando arritmias.

El concepto de umbral en el potencial de acción

Una característica clave del potencial de acción es el umbral de excitación, que es el nivel de estimulación mínimo necesario para que se genere un potencial de acción. Este umbral está en torno a -55 mV. Si el estímulo es menor que este valor, no se produce un potencial de acción; si es mayor, se genera un potencial de acción completo. Este fenómeno se conoce como el todo o nada, ya que no existen potenciales de acción parciales.

El umbral puede variar según el tipo de neurona y el estado fisiológico del individuo. Por ejemplo, en una persona con hipopotasio (bajo potasio en sangre), el umbral puede aumentar, dificultando la generación de potenciales de acción. Esto puede llevar a trastornos neurológicos como debilidad muscular o convulsiones.

Además, el umbral también puede ser modulado por factores externos, como la presencia de neurotransmisores inhibidores. Estos pueden aumentar el umbral, dificultando que se genere un potencial de acción, lo que actúa como un mecanismo de control en el sistema nervioso.

Una recopilación de los pasos para generar un potencial de acción

  • Reposo: La membrana de la neurona mantiene un potencial negativo de -70 mV.
  • Estímulo: Un estímulo suficientemente fuerte (superando el umbral) llega a la neurona.
  • Despolarización: Los canales de sodio se abren, permitiendo la entrada de Na⁺ y reduciendo la carga negativa interior.
  • Cresta del potencial: La membrana alcanza un pico positivo de aproximadamente +30 mV.
  • Repolarización: Los canales de potasio se abren, permitiendo la salida de K⁺ y restaurando la carga negativa.
  • Hiperpolarización: La salida de K⁺ excesiva puede llevar a una carga más negativa que en el estado de reposo.
  • Refractario: La neurona entra en un periodo de refractariedad, donde no puede generar otro potencial de acción inmediatamente.
  • Regeneración: La bomba de sodio-potasio restaura el equilibrio iónico y la neurona vuelve al estado de reposo.

Este proceso se repite a lo largo de la neurona, permitiendo la transmisión de información a grandes distancias, como en el caso de los nervios espinales.

La importancia del equilibrio iónico para la salud neuronal

El equilibrio iónico no solo es crucial para la generación de potenciales de acción, sino también para la salud general de las neuronas. Alteraciones en este equilibrio pueden llevar a condiciones neurodegenerativas o trastornos del sistema nervioso. Por ejemplo, en la esclerosis múltiple, la mielina que aísla las fibras nerviosas se destruye, lo que afecta la conducción de los potenciales de acción, causando síntomas como la debilidad muscular o la pérdida de sensibilidad.

Otra condición relacionada es la neuropatía periférica, donde la conducción nerviosa se ve afectada debido a daños en los canales iónicos o en la estructura de la membrana. Esto puede ocurrir por diabetes, exceso de alcohol, o ciertos medicamentos. En estos casos, el potencial de acción no se genera correctamente, lo que lleva a la pérdida de sensibilidad o movilidad.

Además, en el corazón, alteraciones en los canales iónicos pueden provocar arritmias cardíacas, como la fibrilación auricular o la síndrome de QT prolongado. Estas condiciones son potencialmente mortales si no se tratan a tiempo.

¿Para qué sirve el potencial de reposo y acción?

El potencial de reposo y acción son esenciales para la comunicación entre las células del sistema nervioso. Sin estos procesos, no sería posible transmitir información desde los órganos sensoriales al cerebro ni enviar órdenes a los músculos para realizar movimientos voluntarios o involuntarios.

Por ejemplo, cuando vemos un objeto caliente y decidimos alejarnos de él, los ojos captan la imagen, la envían al cerebro a través de los potenciales de acción, y el cerebro responde enviando señales a los músculos de la mano para que se retiren. Este proceso ocurre en milisegundos y es una demostración clara de la importancia de los potenciales de acción.

También son fundamentales en la transmisión sináptica, donde el potencial de acción en una neurona provoca la liberación de neurotransmisores que estimulan a otra neurona. Sin este proceso, no sería posible la comunicación entre neuronas ni la función del sistema nervioso como un todo.

Variaciones y sinónimos de los conceptos de potencial de reposo y acción

Además de potencial de reposo y potencial de acción, existen otros términos utilizados en el ámbito de la fisiología celular para describir estos procesos. Por ejemplo, el potencial de membrana en reposo es otro nombre común para el estado basal de la neurona, mientras que el potencial de impulso es un sinónimo menos común para el potencial de acción.

También se menciona el potencial de umbral, que es el nivel mínimo de despolarización necesario para que se genere un potencial de acción. Este término se usa con frecuencia en la investigación y en la enseñanza de neurociencia.

Otro concepto relacionado es el potencial postsináptico, que se refiere a los cambios en la membrana de una neurona causados por la acción de un neurotransmisor. Estos pueden ser excitatorios o inhibitorios, dependiendo de si facilitan o dificultan la generación de un potencial de acción.

El papel de los canales iónicos en la generación de potenciales

Los canales iónicos son estructuras proteicas en la membrana celular que permiten el paso selectivo de iones como Na⁺, K⁺, Ca²⁺ y Cl⁻. Estos canales pueden estar en estado de apertura, cierre o inactivación, dependiendo del estímulo recibido y del estado de la neurona.

Existen dos tipos principales de canales iónicos:canales pasivos y canales activados por voltaje. Los primeros permiten el paso de iones de manera constante, mientras que los segundos se abren o cierran en respuesta a cambios en el potencial de membrana. Los canales de sodio y potasio activados por voltaje son especialmente importantes en la generación del potencial de acción.

Por ejemplo, los canales de sodio activados por voltaje se abren rápidamente cuando el potencial de membrana alcanza el umbral, permitiendo la entrada de iones Na⁺ y la despolarización. Estos canles se inactivan rápidamente, lo que ayuda a que el potencial de acción sea breve y no se prolongue indefinidamente.

El significado de los términos potencial de reposo y acción en la fisiología celular

El término potencial de reposo se refiere al estado eléctrico estable de una neurona cuando no está activa. Este estado es el resultado de la diferencia de concentración iónica entre el interior y el exterior de la célula, mantenida por la acción de la bomba de sodio-potasio y otros canales iónicos. El potencial en este contexto hace referencia a la diferencia de carga eléctrica, medida en milivoltios (mV), que existe entre ambos lados de la membrana.

Por su parte, el potencial de acción describe un cambio transitorio y rápido en el potencial de membrana que ocurre cuando una neurona responde a un estímulo. Este potencial es el resultado de la apertura de canales iónicos que permiten el flujo de Na⁺ y K⁺, lo que altera la carga eléctrica de la membrana. El término acción se refiere a la actividad dinámica que se genera como respuesta al estímulo.

Ambos términos son esenciales en la comprensión de cómo las neuronas transmiten información y cómo el sistema nervioso funciona como un todo. Sin estos procesos, no sería posible el pensamiento, el movimiento, la percepción sensorial o cualquier función cognitiva compleja.

¿Cuál es el origen del término potencial de reposo y acción?

El uso de los términos potencial de reposo y potencial de acción tiene sus raíces en la historia de la neurociencia y la fisiología celular. Durante el siglo XIX, científicos como Hermann von Helmholtz y Emil du Bois-Reymond comenzaron a estudiar la electricidad en los tejidos vivos, midiendo la velocidad de conducción de los impulsos nerviosos. Estos estudios sentaron las bases para entender que las señales nerviosas no eran químicas, sino eléctricas.

El término potencial de acción fue popularizado en el siglo XX por investigadores como Hodgkin y Huxley, quienes, como se mencionó anteriormente, estudiaron el mecanismo de los canales iónicos en el gusano de tierra. Su trabajo no solo identificó el papel del sodio y el potasio en la generación de los potenciales, sino que también explicó cómo estos procesos se asemejan a circuitos eléctricos.

Los términos se han mantenido en uso debido a su precisión y utilidad en la descripción de procesos fisiológicos complejos. Además, han sido adoptados universalmente en la literatura científica, lo que facilita la comunicación entre investigadores de distintas disciplinas.

Variantes y sinónimos de los conceptos de potencial de reposo y acción

A lo largo de la historia de la neurociencia, se han utilizado diversos términos para describir lo que hoy conocemos como potencial de reposo y acción. Algunos ejemplos incluyen:

  • Potencial de membrana en reposo
  • Potencial de membrana en estado basal
  • Potencial de membrana no activado
  • Potencial de impulso
  • Potencial de excitación
  • Potencial de umbral
  • Potencial postsináptico
  • Potencial de despolarización
  • Potencial de repolarización

Estos términos, aunque distintos, reflejan diferentes aspectos del mismo fenómeno. Por ejemplo, potencial de umbral se refiere al punto crítico en el que se genera un potencial de acción, mientras que potencial postsináptico describe los cambios en la membrana de una neurona causados por la acción de un neurotransmisor.

¿Cómo se relacionan el potencial de reposo y el potencial de acción?

El potencial de reposo y el potencial de acción están estrechamente relacionados y son partes de un ciclo continuo que permite la transmisión de señales en el sistema nervioso. El potencial de reposo es el estado base en el que la neurona se prepara para recibir un estímulo, mientras que el potencial de acción es la respuesta activa a ese estímulo.

Cuando un estímulo supera el umbral de excitación, la neurona pasa del estado de reposo a la despolarización, generando un potencial de acción. Este proceso se repite a lo largo de la neurona, permitiendo la transmisión de información a distancias considerables.

Es importante destacar que el potencial de acción no se puede generar si la neurona no está en un estado de reposo adecuado. Por lo tanto, ambos conceptos son complementarios y dependen el uno del otro para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.

Cómo usar los términos potencial de reposo y acción en contextos académicos y científicos

En el ámbito académico, los términos potencial de reposo y potencial de acción son fundamentales para describir la actividad eléctrica de las neuronas. Por ejemplo, en un texto de neurociencia, se podría escribir:

>El potencial de reposo de una neurona típica es de aproximadamente -70 mV, lo que se debe a la diferencia de concentración de iones de sodio y potasio entre el interior y el exterior de la célula. Cuando se recibe un estímulo suficientemente fuerte, se genera un potencial de acción, que se propaga a lo largo del axón para transmitir información al sistema nervioso.

En investigaciones médicas, estos conceptos son clave para entender enfermedades neurológicas. Por ejemplo, en un estudio sobre la neuropatía diabética, se podría mencionar:

>La hiperglucemia prolongada puede alterar la función de los canales iónicos, afectando el potencial de reposo y dificultando la generación de potenciales de acción en las neuronas periféricas, lo que lleva a la pérdida de sensibilidad en las extremidades.

En ambos casos, el uso correcto de estos términos permite una comunicación clara y precisa entre científicos, médicos y estudiantes.

El papel de los neurotransmisores en la transmisión de señales

Los neurotransmisores son sustancias químicas que actúan como mensajeros entre las neuronas. Cuando un potencial de acción llega a la sinapsis, la neurona liberan neurotransmisores que atraviesan la hendidura sináptica y se unen a receptores en la neurona postsináptica. Este proceso puede generar un potencial postsináptico excitatorio (PSE) o un potencial postsináptico inhibitorio (PSI), dependiendo del tipo de neurotransmisor y receptor involucrado.

Por ejemplo, el glutamato es un neurotransmisor excitador que facilita la generación de potenciales de acción, mientras que el GABA es un neurotransmisor inhibidor que dificulta dicha generación. Estos efectos son temporales y sumativos: múltiples PSE pueden sumarse para alcanzar el umbral y generar un potencial de acción, mientras que los PSI pueden inhibirlo.

Este proceso es fundamental para el funcionamiento de circuitos neuronales complejos, como los que controlan el aprendizaje, la memoria y el estado de ánimo. Alteraciones en la liberación o en la acción de los neurotransmisores pueden llevar a trastornos como la depresión, la ansiedad o el trastorno bipolar.

Aplicaciones prácticas y futuras investigaciones en el estudio de los potenciales

El estudio de los potenciales de reposo y acción tiene aplicaciones prácticas en la medicina, la ingeniería y la robótica. En la medicina, se utilizan técnicas como el electroencefalograma (EEG) o el electromiograma (EMG) para medir la actividad eléctrica del cerebro y los músculos, respectivamente. Estas herramientas son esenciales para diagnosticar condiciones como la epilepsia, el Parkinson o la esclerosis múltiple.

En la ingeniería biomédica, se desarrollan interfaces cerebro-máquina que permiten a personas con discapacidad motriz controlar dispositivos mediante la actividad eléctrica de sus neuronas. Estas interfaces traducen los potenciales de acción en comandos para prótesis, sillas de ruedas o incluso computadoras.

En la robótica, se están investigando formas de replicar el funcionamiento de las neuronas para crear robots con capacidad de aprendizaje y adaptación. Estos robots podrían tener aplicaciones en la exploración espacial, la asistencia en entornos peligrosos o incluso en la asistencia a personas mayores.