Que es cultura por sentido comun

Que es cultura por sentido comun

La cultura es un tema amplio y profundo que, cuando se aborda desde el sentido común, puede parecer simple a primera vista, pero al analizarla detenidamente, revela una complejidad fascinante. En este artículo exploraremos qué significa cultura por sentido común, qué implica desde un punto de vista social y cómo se manifiesta en el día a día de las personas. Este tema no solo nos acerca al entendimiento de la identidad colectiva, sino también a cómo las normas, costumbres y comportamientos se transmiten de generación en generación sin necesidad de una explicación formal.

¿Qué es cultura por sentido común?

La cultura por sentido común se refiere a las creencias, prácticas y normas que las personas asumen como obvias o naturales dentro de su entorno social, sin necesidad de reflexionar sobre su origen o significado. Estos conocimientos no son aprendidos de manera académica, sino que se internalizan a través de la observación, la imitación y la interacción con la comunidad. Por ejemplo, sabemos que es correcto saludar a una persona con un buenos días o que es inapropiado comer con las manos en ciertos contextos, sin necesidad de que nadie nos lo explique detalladamente.

Este tipo de cultura se transmite de manera informal y es fundamental para la cohesión social, ya que permite que los miembros de un grupo compartan un lenguaje tácito, una manera de interpretar el mundo y de interactuar con los demás. La cultura por sentido común es, en muchos casos, el cimiento sobre el cual se construyen instituciones, sistemas educativos y leyes, aunque rara vez se reconozca como tal.

Cómo la cultura por sentido común influye en nuestras decisiones cotidianas

La cultura por sentido común actúa como una guía invisible que nos ayuda a tomar decisiones en nuestro día a día. Desde elegir qué ropa ponernos hasta decidir cuándo es apropiado expresar emociones, muchas de nuestras acciones están moldeadas por normas que asumimos como evidentes. Estas normas no están escritas en ninguna parte, pero son respetadas por la mayoría de los miembros de una sociedad, lo que nos permite interactuar sin conflicto constante.

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Por ejemplo, en muchas culturas es común que los niños se levanten temprano para ir a la escuela, no porque haya una ley que lo exija, sino porque se ha internalizado como algo natural. Del mismo modo, el hecho de que sepamos que debemos esperar nuestro turno en una fila o que debemos cerrar la puerta al salir de un baño, refleja cómo la cultura por sentido común regula comportamientos sin necesidad de un marco formal.

La diferencia entre cultura por sentido común y cultura institucional

Aunque la cultura por sentido común y la cultura institucional (como la que se enseña en las escuelas o las leyes) parecen estar relacionadas, tienen diferencias clave. Mientras que la cultura institucional está formalizada, regulada y explicada, la cultura por sentido común se vive de forma tácita, sin necesidad de un discurso explícito. Esto no significa que una sea más importante que la otra, sino que ambas se complementan para dar sentido al mundo que habitamos.

Un ejemplo claro es la relación entre el respeto hacia los adultos y la ley de respeto hacia las autoridades. Mientras que el respeto hacia los mayores es una norma internalizada desde la infancia, la ley que castiga la desobediencia a las autoridades es una regla explícita. Ambas coexisten, y a menudo la cultura por sentido común sirve como base para la aceptación de las normas institucionales.

Ejemplos de cultura por sentido común en distintas sociedades

Para entender mejor este concepto, podemos revisar algunos ejemplos de cómo la cultura por sentido común se manifiesta en diferentes contextos. En el ámbito familiar, por ejemplo, es común que los padres enseñen a sus hijos a no hablar con comida en la boca, a decir por favor y gracias, o a mantener cierta distancia física con desconocidos. Estas normas no se enseñan formalmente, pero son transmitidas de forma natural.

En el ámbito laboral, también hay muchas prácticas que se asumen como obvias. Por ejemplo, en muchas empresas es común llegar a la oficina a una hora determinada, usar ropa formal y mantener una actitud profesional. Estos comportamientos no se mencionan en un contrato de trabajo, pero son esperados por todos los empleados. Estos ejemplos muestran cómo la cultura por sentido común opera como una red invisible que conecta a las personas en contextos sociales específicos.

El concepto de sentido común y su relación con la cultura

El sentido común es una herramienta cognitiva que nos permite interpretar el mundo de forma rápida y eficiente. En el contexto cultural, el sentido común se convierte en una base para la acción social, ya que nos permite comprender qué se espera de nosotros en diferentes situaciones. Es importante destacar que, aunque el sentido común parece universal, en realidad varía según la cultura en la que uno crece.

Por ejemplo, en algunas sociedades es común que los adolescentes tengan una relación más independiente con sus padres desde una edad temprana, mientras que en otras se espera que dependan de ellos hasta la mayoría de edad. Estas diferencias no se deben a una falta de lógica, sino a la diversidad cultural, que da forma al sentido común de cada comunidad. Por lo tanto, lo que puede parecer obvio en un contexto puede no serlo en otro.

10 ejemplos cotidianos de cultura por sentido común

  • Dar las gracias cuando alguien hace algo por nosotros.
  • No comer con las manos en mesas formales.
  • Cuidar el lenguaje en presencia de niños.
  • Respetar el horario de trabajo.
  • No hacer fila delante de otros.
  • Evitar hacer preguntas personales en ciertos contextos.
  • Cerrar la puerta del baño.
  • No gritar en espacios públicos.
  • Sentarse en los asientos de los ancianos en el transporte público.
  • No hablar con comida en la boca.

Estos ejemplos muestran cómo la cultura por sentido común se manifiesta en actos aparentemente pequeños, pero que son esenciales para la convivencia social. Aunque no somos conscientes de haberlos aprendido, seguimos estas normas de forma automática.

La importancia de reconocer la cultura por sentido común

Reconocer la cultura por sentido común no solo nos ayuda a entender nuestro entorno, sino también a interactuar con otras personas de manera más efectiva. A menudo, los conflictos sociales surgen cuando alguien viola una norma tácita sin darse cuenta. Por ejemplo, un turista que llega a otro país y no entiende por qué es inapropiado tocar a desconocidos puede generar incomodidad sin intención.

Además, reconocer la cultura por sentido común también permite una reflexión crítica sobre nuestras propias creencias y comportamientos. Al cuestionar lo que asumimos como obvio, podemos identificar prejuicios, estereotipos o normas injustas que limitan la diversidad y la libre expresión. Por ejemplo, muchas normas de género que se asumen como naturales en realidad son fruto de una cultura por sentido común que puede ser cuestionada y transformada.

¿Para qué sirve la cultura por sentido común?

La cultura por sentido común sirve como un marco de referencia que permite a las personas actuar con coherencia en su entorno social. Nos da una estructura para interpretar lo que ocurre a nuestro alrededor, anticipar el comportamiento de los demás y actuar de manera que sea aceptada por el grupo. En este sentido, es una herramienta fundamental para la convivencia y el desarrollo personal.

Además, la cultura por sentido común también facilita la comunicación. Cuando compartimos una cultura común, entendemos las referencias, las metáforas y el lenguaje no verbal de los demás, lo que reduce la posibilidad de malentendidos. En contextos multiculturales, sin embargo, esta herramienta puede volverse un desafío, ya que lo que es obvio para unos puede ser desconocido para otros. Por eso, es importante aprender a reconocer y respetar las diferencias culturales.

Variantes del concepto de cultura por sentido común

Existen varias formas de entender la cultura por sentido común, dependiendo del enfoque teórico que se elija. Desde la perspectiva antropológica, por ejemplo, se considera que la cultura por sentido común es el resultado de la interacción entre individuos y el entorno social. Desde la sociología, se analiza cómo estas normas se internalizan a través de la socialización y cómo afectan la identidad personal y colectiva.

En la filosofía, hay autores como Michel Foucault que han cuestionado la idea de que el sentido común sea neutral o universal, argumentando que, en realidad, es un producto de poder y control. Según este enfoque, lo que se considera obvio en una sociedad puede estar destinado a perpetuar estructuras sociales injustas. Por lo tanto, es fundamental cuestionar el sentido común no solo para comprenderlo, sino también para transformarlo.

La relación entre cultura y comportamiento social

La cultura por sentido común está profundamente ligada al comportamiento social, ya que es a través de ella que las personas aprenden qué es aceptable y qué no. Por ejemplo, en una cultura en la que se valora la puntualidad, las personas tienden a llegar a tiempo a las citas, mientras que en otra donde la flexibilidad es más importante, se considera inadecuado llegar exactamente al minuto. Estos comportamientos no son aleatorios, sino que están moldeados por la cultura que se internaliza desde la infancia.

También se manifiesta en la manera en que las personas expresan emociones. En algunas culturas se fomenta la expresión abierta de sentimientos, mientras que en otras se espera una actitud más controlada. En ambos casos, estas normas se asumen como obvias y se transmiten de forma natural, sin necesidad de explicarlas. Esto muestra cómo la cultura por sentido común no solo influye en lo que hacemos, sino también en cómo lo percibimos.

El significado de cultura por sentido común en la sociedad actual

En la sociedad actual, la cultura por sentido común sigue siendo una fuerza poderosa que moldea la vida de las personas. Aunque vivimos en un mundo globalizado, donde la información se comparte a gran velocidad, muchas de nuestras acciones siguen guiándose por normas que se han internalizado desde la infancia. Esto no significa que la cultura por sentido común sea estática, sino que evoluciona lentamente, adaptándose a los cambios sociales.

En el contexto digital, por ejemplo, se ha generado una nueva cultura por sentido común en torno al uso de las redes sociales. Normas como no compartir información personal sin permiso, no etiquetar a desconocidos o no hacer comentarios ofensivos en comentarios públicos, se han convertido en parte de la cultura digital. Estas normas no se enseñan formalmente, pero se internalizan a través de la interacción con otros usuarios y la experiencia personal.

¿De dónde proviene el concepto de cultura por sentido común?

El concepto de cultura por sentido común tiene raíces en la filosofía y la sociología. Uno de los primeros autores en explorar esta idea fue el filósofo francés Michel Foucault, quien argumentaba que el sentido común no es neutro, sino que refleja los poderes dominantes de una sociedad. Para Foucault, lo que se considera obvio en un contexto dado está condicionado por las estructuras de poder y la historia cultural.

También en la antropología, autores como Clifford Geertz han destacado la importancia de los conocimientos tácitos que las personas asumen como naturales. Estos conocimientos no se explican, pero son esenciales para la comprensión del mundo. La idea de que la cultura por sentido común es una construcción social ha ganado relevancia en los estudios contemporáneos, especialmente en el análisis de cómo se forman y perpetúan las normas sociales.

Sinónimos y expresiones relacionadas con cultura por sentido común

Existen varias expresiones que pueden usarse para referirse a la cultura por sentido común, dependiendo del contexto. Algunos de los términos más comunes incluyen:

  • Conocimiento tácito
  • Normas sociales no escritas
  • Cultura informal
  • Prácticas sociales asumidas
  • Sentido común cultural
  • Normas sociales internalizadas

Estos términos, aunque similares, tienen matices que los diferencian. Por ejemplo, el conocimiento tácito se refiere a habilidades o información que no se enseña explícitamente, mientras que las normas sociales no escritas se enfocan más en el comportamiento esperado. En cualquier caso, todos estos conceptos comparten la característica de operar sin necesidad de un discurso explícito.

¿Cómo se transmite la cultura por sentido común?

La cultura por sentido común se transmite principalmente a través de la socialización. Desde la infancia, los niños observan el comportamiento de sus padres, profesores, amigos y figuras públicas, y lo imitan sin necesidad de una explicación formal. Esta transmisión es especialmente efectiva en entornos donde la repetición y la constancia son frecuentes.

Además, la cultura por sentido común también se transmite a través de la educación informal, como las historias que se cuentan en casa, las conversaciones entre adultos, y las experiencias compartidas en la comunidad. En muchos casos, estas normas se refuerzan a través de la crítica social: si alguien viola una norma tácita, puede ser reprendido o marginado, lo que refuerza el cumplimiento de dichas normas.

Cómo usar la expresión cultura por sentido común y ejemplos de uso

La expresión cultura por sentido común se puede usar en diversos contextos para referirse a las normas sociales no escritas que guían el comportamiento. A continuación, algunos ejemplos de uso:

  • En educación:Los profesores deben tener en cuenta la cultura por sentido común de sus estudiantes para poder conectar con ellos de manera efectiva.
  • En el ámbito laboral:El respeto por los horarios es una parte importante de la cultura por sentido común en esta empresa.
  • En la vida cotidiana:A veces, lo que se espera de nosotros en una reunión familiar se basa en la cultura por sentido común, no en reglas explícitas.

Esta expresión puede ser útil para analizar y comprender cómo las personas interactúan en diferentes contextos sociales, especialmente cuando se trata de resolver conflictos o mejorar la comunicación.

La influencia de la cultura por sentido común en la educación

En el ámbito educativo, la cultura por sentido común desempeña un papel fundamental. Los estudiantes no solo aprenden conocimientos académicos, sino también un conjunto de normas tácitas que les permiten navegar por el sistema escolar. Por ejemplo, se espera que los alumnos levanten la mano antes de hablar, que mantengan un volumen de voz adecuado y que respeten el horario de las clases. Estas normas no se explican en el currículo, pero son esenciales para el buen funcionamiento del aula.

Además, la cultura por sentido común también influye en la manera en que los profesores enseñan y los alumnos aprenden. En algunas culturas se valora la participación activa del estudiante, mientras que en otras se espera una actitud más pasiva. Estas diferencias pueden afectar el rendimiento académico y la motivación de los estudiantes, lo que resalta la importancia de reconocer y adaptarse a la cultura por sentido común en el aula.

La importancia de cuestionar la cultura por sentido común

Aunque la cultura por sentido común puede facilitar la convivencia, también puede perpetuar estructuras de poder y desigualdad. Por ejemplo, muchas normas de género que se asumen como naturales son en realidad fruto de una cultura por sentido común que ha evolucionado históricamente. Cuestionar estas normas permite identificar injusticias y promover cambios sociales.

Además, en un mundo globalizado, es fundamental ser conscientes de las diferencias culturales. Lo que se considera obvio en un país puede no serlo en otro, lo que puede generar malentendidos o conflictos. Por eso, es importante no solo aceptar la cultura por sentido común, sino también reflexionar sobre ella, aprender de otras perspectivas y ser abiertos a nuevas formas de entender el mundo.