Que es derecho en nociones de derecho positivo mexicano

Que es derecho en nociones de derecho positivo mexicano

El derecho es un pilar fundamental en la organización social de cualquier país, y en el contexto mexicano, adquiere características específicas a través del derecho positivo, es decir, el conjunto de normas legalmente reconocidas y aplicables dentro del Estado mexicano. Este artículo se enfoca en explorar las nociones básicas del derecho desde la perspectiva del derecho positivo mexicano, con el objetivo de comprender su estructura, principios y funcionamiento dentro del marco legal nacional.

¿Qué es el derecho en nociones de derecho positivo mexicano?

El derecho positivo mexicano se refiere al sistema normativo que ha sido institucionalizado por el Estado mexicano a través de leyes, reglamentos, tratados internacionales y otros instrumentos jurídicos. Este sistema se distingue del derecho natural o moral, al estar basado en la voluntad estatal y su validez depende de su creación por instituciones legítimas.

En México, el derecho positivo está regulado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que es la norma de mayor jerarquía dentro del ordenamiento jurídico. A partir de esta base, se desarrollan leyes secundarias, como el Código Civil, el Código Penal y otras normas que regulan distintos aspectos de la vida social, económica y política.

Adicionalmente, un dato interesante es que el derecho positivo mexicano ha evolucionado significativamente desde la promulgación de la Constitución de 1917, que marcó un antes y un después en la organización jurídica del país. Esta Constitución estableció principios como el federalismo, la separación de poderes y los derechos humanos, que siguen vigentes y forman parte del núcleo del derecho positivo actual.

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El derecho positivo como reflejo de la organización política mexicana

El derecho positivo mexicano no es una abstracción teórica, sino una herramienta que refleja la estructura del Estado mexicano. Este se organiza como una república federal, dividida en 32 entidades federativas (31 estados y el Distrito Federal), cada una con su propia autonomía en ciertos aspectos. La Constitución establece claramente los límites entre lo federal y lo estatal, lo que se traduce en un sistema de leyes complementarias y coordinadas.

En este contexto, el derecho positivo mexicano incluye tanto normas federales como normas estatales, las cuales deben ser compatibles con la Constitución. Por ejemplo, los códigos penales estatales deben seguir el esquema general del Código Penal Federal, pero pueden adaptarse a las particularidades de cada entidad. Esto refleja un equilibrio entre centralización y descentralización que es característico del sistema mexicano.

También es importante destacar el papel de los poderes de la Unión: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Cada uno tiene funciones específicas en la creación, aplicación y control de las normas jurídicas. El Poder Judicial, por ejemplo, es quien resuelve conflictos entre normas o entre el Estado y los ciudadanos, garantizando así el cumplimiento del derecho positivo.

La importancia del derecho positivo en la protección de los derechos humanos

El derecho positivo mexicano no solo regula la convivencia social, sino que también es el instrumento principal para la protección de los derechos humanos. A través de la Constitución y de leyes secundarias, se establecen garantías individuales y colectivas que deben ser respetadas por todas las autoridades.

Por ejemplo, el artículo 1º de la Constitución reconoce la dignidad humana como fundamento de la vida en sociedad, y el artículo 16 establece el debido proceso como un derecho fundamental. Estos principios son interpretados y aplicados por los tribunales, lo que da vida al derecho positivo y lo convierte en un mecanismo efectivo de justicia.

Ejemplos de derecho positivo en el sistema mexicano

Para comprender mejor el funcionamiento del derecho positivo en México, se pueden analizar algunos ejemplos concretos:

  • Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: Es la norma máxima del sistema jurídico. Establece los principios fundamentales del Estado, como la separación de poderes, el federalismo y los derechos humanos.
  • Código Federal de Procedimientos Civiles: Regula los procedimientos para resolver conflictos civiles a nivel federal. Cada estado tiene su propio código, pero todos deben seguir principios similares.
  • Ley General de Asuntos Indígenas: Es un ejemplo de una norma secundaria que protege los derechos de las comunidades indígenas, garantizando su participación política y cultural.
  • Tratados Internacionales: México es parte de varios tratados internacionales, como el Pacto de San José de Costa Rica, que se incorporan al derecho positivo mexicano y son aplicables directamente.
  • Reglamentos: Son normas que desarrollan las leyes. Por ejemplo, el Reglamento del Código Penal Federal explica cómo deben aplicarse las normas penales en la práctica.

Estos ejemplos muestran cómo el derecho positivo mexicano abarca diferentes niveles de normatividad y cómo se estructura para cubrir todas las necesidades sociales.

El concepto de derecho positivo en el contexto mexicano

El derecho positivo, en su esencia, es un sistema de normas creadas por el Estado y obligatorias para todos los ciudadanos. En México, este concepto se enmarca dentro de un sistema federal, lo que le da una complejidad única. El derecho positivo mexicano no solo incluye normas federales, sino también normas estatales, municipales y reglamentarias, que deben coexistir de manera coherente.

Este sistema se basa en la jerarquía de normas, donde la Constitución es la norma de mayor rango, seguida por las leyes secundarias federales y estatales. Además, se permiten normas complementarias, como los reglamentos y los acuerdos administrativos, siempre que no contravengan las normas superiores.

La coherencia del sistema depende también del control de constitucionalidad, que es ejercido por el Poder Judicial. A través de esta facultad, se pueden anular normas que violen la Constitución o los principios fundamentales del derecho positivo mexicano.

Recopilación de fuentes del derecho positivo mexicano

El derecho positivo mexicano se compone de diversas fuentes, que se pueden clasificar en formales e informales. Las fuentes formales son las que tienen valor jurídico y obligan a todos los ciudadanos, mientras que las informales son elementos que, aunque no son normas legales, influyen en la interpretación del derecho.

Las principales fuentes formales del derecho positivo mexicano son:

  • La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
  • Las leyes federales y estatales.
  • Los reglamentos.
  • Los tratados internacionales.
  • Los acuerdos y decisiones del Poder Judicial.

Las fuentes informales incluyen:

  • La costumbre: Aunque no es una fuente principal, en ciertos casos puede ser reconocida si es general, notoria y no contraria a la ley.
  • La jurisprudencia: La interpretación constante de los tribunales puede influir en la aplicación del derecho.
  • La doctrina: La opinión de juristas reconocidos puede ser considerada en la interpretación de las normas.

El derecho positivo como mecanismo de estabilidad social

El derecho positivo mexicano no solo es un conjunto de normas, sino también un mecanismo esencial para mantener la estabilidad social. Al establecer reglas claras y obligatorias, permite que los ciudadanos puedan convivir con previsibilidad, reduciendo conflictos y garantizando el orden público.

En México, el derecho positivo también cumple una función redistributiva. Por ejemplo, la Constitución establece que el Estado debe garantizar el acceso a servicios básicos como la educación, la salud y la vivienda. Estas obligaciones se traducen en leyes y programas sociales que buscan equilibrar las desigualdades y promover el desarrollo humano.

Además, el derecho positivo mexicano ha evolucionado para incorporar las demandas de la sociedad moderna. Por ejemplo, en los últimos años se han aprobado leyes relacionadas con la protección del medio ambiente, la igualdad de género y la lucha contra la corrupción. Estas innovaciones reflejan la capacidad del derecho positivo para adaptarse a los cambios sociales.

¿Para qué sirve el derecho positivo en México?

El derecho positivo en México tiene múltiples funciones que van más allá de simplemente establecer reglas. Sus principales funciones incluyen:

  • Ordenar la convivencia social: Al crear normas que regulan el comportamiento de los ciudadanos, el derecho positivo permite que las personas coexistan con respeto mutuo y sin violencia.
  • Proteger los derechos fundamentales: A través de la Constitución y leyes secundarias, el derecho positivo mexicano garantiza libertades como la libertad de expresión, la igualdad ante la ley y la protección de la propiedad.
  • Regular la actividad del Estado: El derecho positivo establece los límites del poder estatal, garantizando que las autoridades actúen dentro del marco legal y no se abusen del poder.
  • Resolver conflictos: El derecho positivo mexicano proporciona mecanismos para resolver disputas entre personas, entre personas y el Estado, o entre entidades federativas.
  • Promover el desarrollo económico y social: A través de normas que regulan la economía, el trabajo, el comercio y la inversión, el derecho positivo mexicano busca fomentar el crecimiento del país.

El derecho positivo como sistema normativo

El derecho positivo mexicano se puede entender como un sistema normativo complejo, estructurado de manera jerárquica y coherente. Este sistema se divide en dos niveles principales: el derecho federal y el derecho local (estatal y municipal). Cada nivel tiene su propia autonomía, pero todos deben ser compatibles con la Constitución y con los principios generales del derecho positivo.

Dentro de este sistema, las normas se clasifican según su alcance y su jerarquía. Por ejemplo, las leyes federales tienen mayor rango que las leyes estatales, y los reglamentos no pueden contravenir las leyes. Además, el derecho positivo mexicano permite la participación ciudadana a través de mecanismos como la iniciativa legislativa popular, lo que refleja un enfoque democrático en la creación del derecho.

La relación entre derecho positivo y justicia social

El derecho positivo mexicano no solo busca regular el comportamiento individual, sino también promover la justicia social. A través de leyes y políticas públicas, el Estado mexicano se compromete a reducir las desigualdades y a garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades.

Por ejemplo, el derecho positivo mexicano incluye normas que protegen a los trabajadores, como el artículo 123 de la Constitución, que establece derechos laborales mínimos y obliga al Estado a promover empleo digno. También existen leyes que regulan la propiedad y el acceso a la tierra, con el objetivo de evitar la concentración de la riqueza y promover la equidad.

Además, el derecho positivo mexicano ha incorporado en las últimas décadas normas que protegen a grupos vulnerables, como las mujeres, los niños, los adultos mayores y las personas con discapacidad. Estas normas reflejan una evolución hacia un modelo más inclusivo y solidario.

El significado del derecho positivo en México

El derecho positivo en México no es solo un conjunto de normas, sino también una expresión de los valores, creencias y necesidades de la sociedad mexicana. Su significado se puede entender desde múltiples perspectivas:

  • Jurídica: Como sistema normativo que establece obligaciones y derechos para todos los ciudadanos.
  • Social: Como herramienta para resolver conflictos y promover la convivencia pacífica.
  • Política: Como reflejo de la estructura del Estado y del poder político.
  • Cultural: Como manifestación de los valores históricos y culturales del país.

En este sentido, el derecho positivo mexicano no es estático, sino dinámico. Evoluciona con el tiempo para adaptarse a los cambios sociales, económicos y tecnológicos. Por ejemplo, en los últimos años se han aprobado leyes relacionadas con la protección de datos personales, la regulación de la inteligencia artificial y la protección del medio ambiente, reflejando así la capacidad del sistema jurídico para modernizarse.

¿Cuál es el origen del derecho positivo mexicano?

El derecho positivo mexicano tiene sus raíces en la Constitución de 1917, que fue promulgada durante el periodo de la Revolución Mexicana. Esta Constitución fue un intento de establecer un nuevo ordenamiento jurídico que respondiera a las demandas sociales de la época, como la justicia social, la separación de poderes y la protección de los derechos humanos.

Antes de 1917, el derecho positivo en México estaba basado en normas coloniales y en influencias europeas, especialmente francesas e hispanas. Sin embargo, la Constitución de 1917 marcó un giro importante, al incorporar principios más democráticos y progresistas, que siguen vigentes hoy en día.

Además, el derecho positivo mexicano ha sido influenciado por tratados internacionales, como los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, lo que ha enriquecido su contenido y ampliado su alcance.

El derecho positivo como normativa legal

El derecho positivo mexicano es, en esencia, una normativa legal que se diferencia del derecho natural en que no se basa en principios universales o morales, sino en la voluntad del Estado. Esto significa que una norma solo tiene valor jurídico si ha sido creada por una institución con facultad para ello, como el Congreso de la Unión o el Poder Legislativo estatal.

En México, la creación de normas sigue un proceso estricto. Por ejemplo, para que una ley federal sea aprobada, debe ser discutida y votada por ambas cámaras del Congreso (Cámara de Diputados y Senado), y luego promulgada por el Presidente de la República. Si hay controversia, el Poder Judicial puede resolverla a través del control de constitucionalidad.

Esta estructura garantiza que el derecho positivo mexicano sea coherente y que las normas estén alineadas con los principios constitucionales. Además, el derecho positivo mexicano permite la participación ciudadana a través de mecanismos como la iniciativa legislativa popular, lo que refleja una democracia más inclusiva.

¿Cómo se aplica el derecho positivo en México?

La aplicación del derecho positivo mexicano implica un proceso que incluye la interpretación, la ejecución y el cumplimiento de las normas. Este proceso se divide en tres etapas principales:

  • Interpretación: Realizada por los jueces, abogados y académicos, para darle sentido a las normas jurídicas. La interpretación debe ser coherente con la Constitución y con los principios generales del derecho.
  • Ejecución: Consiste en la aplicación de las normas por parte de las autoridades. Por ejemplo, un juez aplica la ley para resolver un caso, o un funcionario aplica una norma para otorgar un permiso.
  • Cumplimiento: Es la obligación de los ciudadanos de respetar las normas jurídicas. Si no lo hacen, pueden enfrentar sanciones legales.

Además, el derecho positivo mexicano permite la revisión de normas por parte del Poder Judicial, a través del control de constitucionalidad. Esto asegura que las leyes estén alineadas con los principios constitucionales y no se violen los derechos fundamentales.

Cómo usar el derecho positivo y ejemplos prácticos

El derecho positivo mexicano se utiliza en la vida cotidiana de múltiples formas. A continuación, se presentan algunos ejemplos prácticos de su uso:

  • En el ámbito laboral: Los trabajadores se ven protegidos por el artículo 123 de la Constitución, que establece derechos laborales como el salario mínimo, la jornada de trabajo y las prestaciones sociales.
  • En el ámbito legal: Los ciudadanos pueden acudir a los tribunales para resolver conflictos, ya sea por un contrato incumplido, una disputa familiar o un delito.
  • En el ámbito empresarial: Las empresas deben cumplir con leyes como el Código Fiscal de las Entidades Federativas y el Código de Comercio, que regulan su operación.
  • En el ámbito social: El derecho positivo mexicano garantiza el acceso a servicios públicos como la educación, la salud y el agua potable, a través de leyes como la Ley General de Educación y la Ley General de Salud.
  • En el ámbito judicial: Los ciudadanos pueden presentar demandas ante los tribunales, quienes aplican el derecho positivo para resolver los conflictos de manera justa.

Estos ejemplos muestran cómo el derecho positivo mexicano no solo es una teoría, sino una herramienta activa que afecta directamente la vida de los ciudadanos.

El derecho positivo y la globalización

La globalización ha tenido un impacto significativo en el derecho positivo mexicano. Con la apertura de fronteras y el intercambio internacional de bienes, servicios e ideas, México ha tenido que adaptar su sistema jurídico para cumplir con estándares internacionales.

Por ejemplo, México ha incorporado tratados comerciales como el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) y el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), que contienen disposiciones jurídicas que se integran al derecho positivo mexicano. Estos tratados regulan aspectos como la propiedad intelectual, la inversión extranjera y el medio ambiente.

También se han adoptado normas internacionales sobre derechos humanos, como los tratados de la ONU, que han influido en la jurisprudencia mexicana. Esto refleja una tendencia del derecho positivo mexicano hacia la internacionalización y la cooperación jurídica.

El derecho positivo como herramienta para la transformación social

El derecho positivo mexicano no solo se limita a regular la convivencia, sino que también es una herramienta poderosa para transformar la sociedad. A través de leyes progresistas, el Estado mexicano puede promover cambios estructurales que beneficien a toda la población.

Por ejemplo, en los últimos años se han aprobado leyes relacionadas con la igualdad de género, la protección de los derechos de las personas LGBTQ+, y la lucha contra la corrupción. Estas leyes no solo reflejan los valores de la sociedad mexicana, sino que también buscan corregir desigualdades históricas y promover un desarrollo más justo.

Además, el derecho positivo mexicano permite la participación ciudadana en la toma de decisiones. A través de mecanismos como la consulta popular y la iniciativa legislativa ciudadana, los ciudadanos pueden influir directamente en la creación del derecho. Esto refleja una democracia más participativa y activa.