El argumento de una historia, también conocido como trama o enfoque narrativo, es el eje central que guía la estructura de cualquier relato. Esta parte fundamental organiza los eventos, personajes y conflictos que forman una narración coherente. Comprender qué es el argumento de una historia es clave tanto para lectores como para escritores, ya que permite interpretar el mensaje subyacente y disfrutar al máximo cualquier obra literaria, cinematográfica o teatral.
¿Qué es el argumento de una historia?
El argumento de una historia es la secuencia de hechos y sucesos que se desarrollan con un propósito claro: construir una narrativa que lleve al lector o espectador de un punto inicial a uno final, con una resolución o reflexión. Este no es solamente una sucesión de eventos, sino que sigue una estructura narrativa con momentos claves como la introducción, el conflicto, el desarrollo, el clímax y el desenlace.
Un buen argumento debe captar la atención del lector desde el principio, mantener el interés a lo largo del relato y ofrecer una conclusión que de sentido al todo. Además, puede contener subtramas que enriquezcan la historia principal, proporcionando profundidad emocional y temática.
A lo largo de la historia de la literatura, el argumento ha evolucionado. En la antigüedad, las historias eran más lineales y moralizantes, como en los mitos griegos o los cuentos de fábulas. Con el tiempo, autores como Shakespeare o Cervantes introdujeron complejidad en sus argumentos, con múltiples capas y giros inesperados. Hoy en día, en novelas modernas o series de televisión, el argumento puede ser no lineal, intercalando flashbacks, paralelos temporales o múltiples puntos de vista.
También te puede interesar

Enrique Moradiellos es un reconocido historiador español cuyo trabajo en el campo de la historia ha generado un profundo impacto en el estudio del pasado. Su obra *El oficio de historiador* no solo aborda las responsabilidades éticas y metodológicas del...

Una fuente directa de la historia es un documento o testimonio producido por personas que vivieron o presenciaron los eventos históricos. Estas fuentes son fundamentales para reconstruir el pasado de manera precisa, ya que aportan información desde la perspectiva de...

La historia es una narrativa que abarca los eventos pasados, desde las civilizaciones antiguas hasta los momentos más recientes de la humanidad. La pregunta por qué es historia de la historia puede interpretarse como una búsqueda por entender el origen...

El Neolítico es una etapa fundamental en la historia humana, que marcó el inicio de importantes cambios en la forma de vida de las sociedades humanas. Este periodo, también conocido como la Edad de las Rocas Nuevas, se caracterizó por...

La idea de patria y patrimonio ha sido un tema central en la identidad colectiva de las sociedades a lo largo de la historia. La patria se entiende generalmente como el lugar de origen o el hogar espiritual de un...

El Protocolo de Kioto es uno de los acuerdos internacionales más significativos en la lucha contra el cambio climático. Este documento, que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ha sido fundamental para impulsar el compromiso global con...
La estructura narrativa como base del argumento
El argumento de una historia no se construye de manera aleatoria. Sigue una estructura narrativa que organiza los eventos de forma coherente. Esta estructura puede variar según el género y el estilo del autor, pero en general incluye una introducción, desarrollo, clímax y desenlace. Cada parte tiene una función específica y contribuye al avance de la historia.
La introducción presenta al lector el mundo, los personajes principales y el conflicto inicial. El desarrollo, por su parte, muestra cómo se enfrentan los personajes a los desafíos planteados. El clímax es el momento de mayor tensión o tensión emocional, donde se resuelve o se enfrenta el conflicto principal. Finalmente, el desenlace cierra la historia, dejando al lector con una reflexión o conclusión.
Además de esta estructura básica, hay autores que utilizan estructuras narrativas no convencionales. Por ejemplo, en la novela Slaughterhouse-Five de Kurt Vonnegut, el argumento se presenta de manera no lineal, con saltos temporales que desafían la lógica tradicional. Estas variantes permiten al autor transmitir ideas de manera más creativa y provocativa.
El rol del conflicto en el argumento
El conflicto es un elemento fundamental en el argumento de cualquier historia. Sin conflicto, la narrativa se vuelve monótona y carece de interés. El conflicto puede ser interno, como una lucha emocional o moral del personaje, o externo, como una situación que enfrenta al protagonista con el entorno.
Un buen conflicto debe ser creíble, coherente con la historia y capaz de evolucionar a lo largo del relato. Por ejemplo, en El Señor de los Anillos, el conflicto principal es la lucha contra Sauron, pero también hay conflictos internos en personajes como Frodo, quien lucha contra la corrupción del Anillo. Estos conflictos múltiples enriquecen el argumento y lo hacen más realista y atractivo.
Ejemplos de argumentos en la literatura y el cine
Para comprender mejor qué es el argumento de una historia, podemos analizar ejemplos de la literatura y el cine. En Cien años de soledad, el argumento gira en torno a la historia de la familia Buendía, su aislamiento y el destino que parece perseguir a sus miembros. Cada generación enfrenta desafíos similares, lo que refuerza el tema central de la soledad y el ciclo del tiempo.
En el cine, La lista de Schindler narra el argumento de Oskar Schindler, un industrial que salva la vida de más de mil judíos durante la Segunda Guerra Mundial. El argumento se construye alrededor de su transformación personal, de un hombre ambicioso a un héroe inesperado. La historia se apoya en hechos históricos, lo que le da una profundidad emocional y moral.
Otro ejemplo es El Silencio de los Inocentes, donde el argumento combina elementos de suspenso y psicología criminal. El conflicto principal es la lucha entre el FBI y un asesino en serie, pero también hay un conflicto interno en los personajes que luchan contra sus propios demonios. Estos ejemplos muestran cómo el argumento puede variar según el género, pero siempre sigue una estructura coherente.
El argumento como herramienta narrativa
El argumento no solo es una secuencia de eventos, sino una herramienta narrativa que permite al autor transmitir mensajes, valores y emociones. A través del argumento, los lectores pueden reflexionar sobre temas como la justicia, el amor, el poder o la identidad. Además, el argumento permite al autor explorar diferentes perspectivas y construir un mundo ficticio que resuene con la realidad.
Un buen argumento también debe considerar el ritmo de la narrativa. Si el argumento avanza demasiado rápido, puede resultar superficial. Si se estira demasiado, puede aburrir al lector. Por eso, los autores deben encontrar un equilibrio entre la acción y el desarrollo de personajes. Por ejemplo, en Harry Potter y la Piedra Filosofal, el argumento combina momentos de acción con momentos de introspección, lo que mantiene interesado al lector a lo largo de la historia.
Recopilación de argumentos famosos en la historia
A lo largo de la historia, han surgido argumentos que han marcado a generaciones de lectores. Algunos ejemplos notables incluyen:
- 1984 de George Orwell – Un argumento sobre el control totalitario y la pérdida de la libertad individual.
- Crimen y Castigo de Dostoievski – Una historia sobre la culpa, la redención y la lucha moral interna.
- El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald – Un argumento sobre la decadencia de la élite norteamericana y el sueño americano.
- La Metamorfosis de Kafka – Una historia sobre la alienación y la pérdida de identidad.
- Mad Max: Fury Road – Un argumento de acción que explora la lucha por la supervivencia y la liberación femenina.
Estos argumentos, aunque muy distintos entre sí, comparten un elemento en común: un conflicto central que impulsa la narrativa y transmite un mensaje profundo.
Cómo el argumento define el género de la historia
El argumento no solo define el contenido de una historia, sino que también determina su género. Por ejemplo, un argumento centrado en la lucha contra un villano o en una misión de rescate es típico de las historias de acción o aventura. En cambio, un argumento que se enfoca en la evolución emocional de un personaje es más común en novelas psicológicas o dramas.
El género también influye en cómo se desarrolla el argumento. En una novela de ciencia ficción, el argumento puede incluir elementos como viajes espaciales, tecnologías futuristas o sociedades alienígenas. En una novela de terror, el argumento se centra en la tensión, el miedo y la resolución de misterios sobrenaturales.
Además, el argumento puede cambiar según el público objetivo. Una historia dirigida a niños puede tener un argumento más sencillo y directo, mientras que una historia para adultos puede incluir subtramas complejas y temas más oscuros. La elección del género y el público objetivo es esencial para construir un argumento efectivo.
¿Para qué sirve el argumento en una historia?
El argumento de una historia sirve para guiar al lector a través de una experiencia narrativa coherente y significativa. Es la estructura que organiza los eventos de manera lógica, manteniendo el interés del lector y ofreciendo una resolución satisfactoria. Además, el argumento transmite un mensaje o idea central, lo que le da profundidad a la historia.
También, el argumento permite al autor explorar temas complejos y presentarlos de una manera accesible. Por ejemplo, en La Náusea de Sartre*, el argumento sirve como una meditación sobre la existencia y la libertad individual. En *El Hobbit, el argumento es una aventura que también representa el crecimiento personal del protagonista.
En el cine y el teatro, el argumento también tiene un papel fundamental. Es el motor que impulsa la acción y mantiene a la audiencia involucrada. Un buen argumento puede llevar a una película a ser memorable, mientras que un argumento débil puede hacer que la obra sea olvidable, sin importar cuán bien realizada esté técnicamente.
Diferencias entre trama y argumento
Es importante no confundir el argumento con la trama. Aunque a menudo se usan de forma intercambiable, tienen diferencias clave. La trama es la secuencia de eventos tal como se presentan en la historia, mientras que el argumento es el propósito o la idea central que guía esos eventos.
Por ejemplo, en El Silencio de los Inocentes, la trama incluye entrevistas con Buffalo Bill, la búsqueda del asesino y el enfrentamiento final con Lecter. El argumento, en cambio, es la lucha interna del FBI para comprender y detener el mal.
Otra diferencia es que la trama puede incluir detalles secundarios o subtramas, mientras que el argumento se centra en la idea principal. Comprender esta diferencia es esencial para analizar y escribir historias con profundidad y coherencia.
El argumento como reflejo de la sociedad
Muchas historias reflejan los valores, conflictos y preocupaciones de la sociedad en la que fueron escritas. El argumento puede servir como un espejo que muestra cómo la gente piensa, actúa y se relaciona. Por ejemplo, en la novela 1984, el argumento refleja las preocupaciones de la sociedad durante la Guerra Fría sobre el control gubernamental y la pérdida de libertad.
También, en *La Casa de los Espíritus de Isabel Allende*, el argumento aborda temas como la dictadura, el exilio y la memoria histórica, reflejando la situación política de Chile durante el siglo XX. Estos argumentos no solo son entretenidos, sino que también educan y hacen pensar al lector.
En el cine, series como The Crown o The Handmaid’s Tale usan sus argumentos para explorar cuestiones políticas, sociales y culturales. A través de estas historias, los creadores pueden influir en la percepción pública y promover un debate sobre temas importantes.
El significado del argumento en la narrativa
El argumento es el alma de cualquier historia. Sin un buen argumento, una historia carece de propósito y no logra conectar con el lector. El argumento define qué quiere decir el autor, qué temas explora y qué mensaje quiere transmitir. Además, le da forma a la historia, organizando los eventos en una secuencia lógica que mantiene el interés del lector.
El argumento también ayuda a los lectores a comprender la historia de manera más profunda. Al seguir el argumento, el lector puede identificar los momentos clave, entender las decisiones de los personajes y reflexionar sobre el significado de la historia. Por ejemplo, en El Alquimista, el argumento es una búsqueda del propósito de la vida, lo que permite a los lectores aplicar la historia a su propia vida.
En la narrativa audiovisual, el argumento también juega un papel fundamental. En series como Breaking Bad, el argumento muestra la transformación de un personaje, lo que mantiene a la audiencia involucrada y emocionada. En el cine independiente, el argumento puede ser más sutil, pero igualmente poderoso, como en La Hora del Río, donde el argumento explora la pérdida y el duelo con una profundidad emocional única.
¿De dónde proviene el concepto de argumento en una historia?
El concepto de argumento como eje central de una historia tiene sus raíces en la antigua Grecia. Aristóteles, en su obra La Poética, definió la trama como el ordenamiento de los acontecimientos, destacando que una buena historia debe tener una estructura clara con un principio, un desarrollo y un final. Esta idea influyó en la narrativa durante siglos.
Con el tiempo, otros autores y teóricos han ampliado y reinterpretado el concepto. En el siglo XIX, Gustav Freytag propuso la pirámide narrativa, que divide el argumento en cinco partes: introducción, desarrollo, clímax, caída y desenlace. Esta estructura se sigue usando en la enseñanza de la narrativa en la actualidad.
En la literatura moderna, autores como Vladimir Propp, con su análisis de cuentos folclóricos, o Joseph Campbell, con su mito del héroe, han explorado cómo el argumento puede ser universal y repetitivo, pero adaptado a diferentes contextos culturales. Estas teorías muestran que el argumento no es una invención reciente, sino una herramienta narrativa con una larga y rica historia.
Variantes del argumento en la narrativa contemporánea
En la narrativa contemporánea, el argumento ha evolucionado para incluir formas no convencionales. Uno de los ejemplos más notables es el uso de argumentos no lineales, donde los eventos no se presentan en orden cronológico. Esta técnica se usa con frecuencia en películas como Memento o en novelas como Slaughterhouse-Five, donde el argumento se presenta de manera fragmentada para enfatizar ciertos temas o emociones.
Otra variante es el uso de múltiples puntos de vista, donde el argumento se narra desde perspectivas diferentes. Esto permite al lector ver los mismos eventos desde ángulos distintos, lo que enriquece la historia y la hace más compleja. Un ejemplo clásico es La Náusea, donde el lector experimenta la historia a través de la perspectiva del protagonista, lo que profundiza en su estado de ánimo y pensamientos.
También, en la narrativa digital y multimedia, el argumento puede ser interactivo, donde el lector o espectador tiene cierto grado de control sobre el desarrollo de la historia. Este tipo de argumento es común en videojuegos narrativos o en historias interactivas en la web, donde la elección del usuario influye en el desenlace.
¿Cómo se construye un buen argumento?
Construir un buen argumento requiere planificación, creatividad y una comprensión profunda de los personajes y el mundo en el que se desarrolla la historia. Los pasos básicos para crear un argumento sólido incluyen:
- Definir el tema central – ¿Qué quiere transmitir el autor?
- Elegir los personajes principales – ¿Quién protagoniza la historia y qué motivaciones tiene?
- Establecer el conflicto – ¿Qué obstáculo o problema debe resolver el protagonista?
- Desarrollar la estructura narrativa – ¿Cómo se organizarán los eventos?
- Incluir resolución y desenlace – ¿Cómo se resuelve el conflicto y qué mensaje se transmite?
Una vez que estos elementos están claros, el autor puede desarrollar el argumento con coherencia y profundidad. También es importante revisar y ajustar el argumento durante el proceso de escritura, para asegurar que mantenga el interés del lector y cumpla con los objetivos narrativos.
Ejemplos de uso del argumento en la escritura creativa
El argumento es esencial en la escritura creativa, ya sea para una novela, un cuento o un guion cinematográfico. Por ejemplo, en la novela La Sombra del Viento, el argumento se construye alrededor de la búsqueda de un libro misterioso y el descubrimiento de una historia de amor y traición. Este argumento mantiene al lector interesado en descubrir qué sucede con el protagonista y con el mundo ficticio que se crea.
En el cine, en Gladiador, el argumento se centra en la venganza de un general romano asesinado. La historia sigue su transformación de general a gladiador, lo que le permite vengarse del emperador que lo traicionó. Este argumento, aunque clásico, es efectivo porque combina elementos de acción, drama y reflexión histórica.
En la literatura infantil, el argumento suele ser más sencillo, pero igualmente poderoso. En El Principito, el argumento explora temas de amistad, perdida y crecimiento a través de una historia aparentemente simple. El uso del argumento en este caso permite a los lectores reflexionar sobre cuestiones profundas a través de una narrativa accesible.
El argumento en la narrativa interactiva y digital
Con el auge de los medios digitales, el argumento ha tomado nuevas formas. En videojuegos narrativos como The Last of Us o Life is Strange, el argumento no solo se desarrolla a través de la historia, sino que también depende de las decisiones del jugador. Esto permite una experiencia más personalizada y emocional.
En series interactivas como Bandersnatch de Netflix, el argumento se ramifica según las decisiones del espectador, creando múltiples posibles desenlaces. Esta forma de argumento es innovadora y ofrece una nueva forma de contar historias, donde el lector o espectador se convierte en parte activa de la narrativa.
En la literatura digital, el argumento también puede adaptarse a diferentes formatos, como historias visuales, audiolibros o narrativas multimedia. Estos formatos permiten al autor presentar el argumento desde múltiples perspectivas y enriquecer la experiencia del lector con elementos visuales, sonoros y narrativos.
El argumento como herramienta para la crítica literaria
El argumento no solo es importante para los autores, sino también para los críticos literarios y académicos. Al analizar el argumento de una obra, los críticos pueden identificar patrones, temas y estructuras narrativas que revelan la intención del autor y el impacto de la obra.
Por ejemplo, en el análisis de El Quijote, los críticos han explorado cómo el argumento refleja la lucha entre lo real y lo imaginario, o cómo el personaje del Quijote representa un ideal de caballero que ya no existe en la sociedad moderna. Estos análisis permiten a los lectores comprender mejor la obra y apreciar su profundidad.
También, en el análisis cinematográfico, el argumento es esencial para entender cómo una película comunica sus ideas. Críticos como Roger Ebert o Pauline Kael han usado el argumento como una herramienta para evaluar la calidad y el impacto de una película, destacando cómo los elementos narrativos influyen en la experiencia del espectador.
INDICE